¡Saludos, viajeros!
En nuestro último viaje, visitamos una de mis ciudades alemanas favoritas, la medieval Bamberg. Tras visitar esta preciosa ciudad, tal y como os prometí, hoy viajamos a la que es, hasta el momento, mi ciudad favorita (no cuento ciudades españolas): Viena.
La hermosa capital de Austria, situada al este del país, muy cercana a la frontera con Eslovaquia une diversos encantos que la hacen irresistible. Por citar algunos, se trata de una de las capitales europeas más antiguas y de mayor relevancia en la historia, por lo que cuenta con numerosos monumentos y lugares de interés cultural. Para terminar de convenceros, simplemente decir que Viena es la ciudad con mayor calidad de vida del mundo según diversas listas que clasifican esta cualidad de las ciudades, atendiendo a aspectos tales como acceso y calidad de sus servicios públicos, sanidad y educación, seguridad, así como la diversidad y calidad de actividades culturales y de ocio etc. ¿Os venís conmigo a visitarla?
En primer lugar, mencionar que he tenido la fortuna de visitar Viena asesorado por gente que vive en la ciudad. De esta manera he podido vivir no sólo los lugares y actividades típicos de los turistas que la visitan, sino disfrutar de algunos planes reservados para sus habitantes. Sin ir más lejos, en nuestra primera visita, en pleno agosto, pudimos disfrutar de un refrescante baño en uno de los ríos más famosos del mundo: el Danubio, que atraviesa la ciudad en su recorrido por media Europa. Lo primero que experimenté fue pura envidia, al ver la limpieza del agua en un río tan conocido atravesando una ciudad que juntando su área metropolitana tiene alrededor de 2,5 millones de habitantes.
Otro momento especial lo vivimos al subir por un camino a una de las colinas que rodean la ciudad, en una larga caminata que tiene su premio al llegar a un restaurante, donde pudimos degustar un buenos vinos y refrescos, además de disfrutar de algo de comer con la ciudad a nuestros pies.
Visitando la ciudad
Si viajamos como turistas, lo primero que notaremos es que a cada paso que damos veremos decenas de edificios con fachadas espectaculares, mezclándose numerosos tipos de arquitectura diferentes, con bellos parques, jardines, palacios etc. Intentaré hacer un pequeño resumen de los sitios más emblemáticos que no os podéis perder si hacéis una visita a Viena, aunque cualquier lugar en el que deseéis pasear será sin duda un auténtico placer. Para poder moveros por la ciudad, os recomiendo adquirir la Vienna Card; con ella podréis usar el transporte público de la ciudad cómodamente, durante 24 o 72 horas.
Palacios: Schönbrunn, Belvedere y Hofburg
De las construcciones que más llaman la atención en la ciudad destacan sus palacios, con sus correspondientes jardines. El más famoso es el conocido Schönbrunn, también llamado el Versalles vienés. A mí personalmente me recuerda mucho al Palacio Real de Madrid. Es uno de los lugares más visitados de la ciudad, y de manera gratuita podremos pasear por sus enormes y cuidados jardines. También existen visitas guiadas por el interior del palacio, éstas tras el pago de una tarifa.
En nuestro último viaje, visitamos una de mis ciudades alemanas favoritas, la medieval Bamberg. Tras visitar esta preciosa ciudad, tal y como os prometí, hoy viajamos a la que es, hasta el momento, mi ciudad favorita (no cuento ciudades españolas): Viena.
La hermosa capital de Austria, situada al este del país, muy cercana a la frontera con Eslovaquia une diversos encantos que la hacen irresistible. Por citar algunos, se trata de una de las capitales europeas más antiguas y de mayor relevancia en la historia, por lo que cuenta con numerosos monumentos y lugares de interés cultural. Para terminar de convenceros, simplemente decir que Viena es la ciudad con mayor calidad de vida del mundo según diversas listas que clasifican esta cualidad de las ciudades, atendiendo a aspectos tales como acceso y calidad de sus servicios públicos, sanidad y educación, seguridad, así como la diversidad y calidad de actividades culturales y de ocio etc. ¿Os venís conmigo a visitarla?
Biblioteca Nacional, Viena.
Iglesias de San Carlos Borromeo, Viena.
En primer lugar, mencionar que he tenido la fortuna de visitar Viena asesorado por gente que vive en la ciudad. De esta manera he podido vivir no sólo los lugares y actividades típicos de los turistas que la visitan, sino disfrutar de algunos planes reservados para sus habitantes. Sin ir más lejos, en nuestra primera visita, en pleno agosto, pudimos disfrutar de un refrescante baño en uno de los ríos más famosos del mundo: el Danubio, que atraviesa la ciudad en su recorrido por media Europa. Lo primero que experimenté fue pura envidia, al ver la limpieza del agua en un río tan conocido atravesando una ciudad que juntando su área metropolitana tiene alrededor de 2,5 millones de habitantes.
Así discurre el majestuoso Danubio por Viena...
... que permite en verano darse un refrescante baño en plena ciudad.
Otro momento especial lo vivimos al subir por un camino a una de las colinas que rodean la ciudad, en una larga caminata que tiene su premio al llegar a un restaurante, donde pudimos degustar un buenos vinos y refrescos, además de disfrutar de algo de comer con la ciudad a nuestros pies.
Vista de la ciudad desde una colina cercana. ¡Esfuerzo recompensado!
Visitando la ciudad
Si viajamos como turistas, lo primero que notaremos es que a cada paso que damos veremos decenas de edificios con fachadas espectaculares, mezclándose numerosos tipos de arquitectura diferentes, con bellos parques, jardines, palacios etc. Intentaré hacer un pequeño resumen de los sitios más emblemáticos que no os podéis perder si hacéis una visita a Viena, aunque cualquier lugar en el que deseéis pasear será sin duda un auténtico placer. Para poder moveros por la ciudad, os recomiendo adquirir la Vienna Card; con ella podréis usar el transporte público de la ciudad cómodamente, durante 24 o 72 horas.
Palacios: Schönbrunn, Belvedere y Hofburg
De las construcciones que más llaman la atención en la ciudad destacan sus palacios, con sus correspondientes jardines. El más famoso es el conocido Schönbrunn, también llamado el Versalles vienés. A mí personalmente me recuerda mucho al Palacio Real de Madrid. Es uno de los lugares más visitados de la ciudad, y de manera gratuita podremos pasear por sus enormes y cuidados jardines. También existen visitas guiadas por el interior del palacio, éstas tras el pago de una tarifa.
Palacio de Schönbrunn...
... y jardines alrededor del propio palacio.
El palacio de Belvedere también es una parada ineludible. Realmente, Belverdere cuenta con tres palacios, uno de los cuales es actualmente un hotel y el resto donde se encuentran diversos museos y galerías de arte muy apreciadas. Entre todas las obras expuestas en estos museos, destaca el famosísimo cuadro de “El beso” de Gustav Klimt. Al igual que en Schönbrunn, sus zonas ajardinadas son una auténtica maravilla por la que disfrutaremos de un agradable paseo.
Jardines y palacios en Belvedere
Vista de otro de los palacios y jardines de Belvedere
Y el famoso cuadro de "el Beso", de Gustav Klimt.
El otro gran palacio de la ciudad es el Hofburg o palacio imperial, donde vivieron numerosos miembros de la realeza austríaca y del imperio autro-húngaro durante generaciones (especialmente la famosa dinastía de los Habsburgo). Cuenta con más de 2500 estancias, algunas de las cuales pueden ser visitadas, previa adquisición de la correspondiente entrada.
Este palacio cuenta con varias tiendas, cuyos recuerdos y regalos estrella serán de la famosa emperatriz Sissi, ya que habitó aquí durante muchos años, siendo uno de los personajes más ilustres y recordados.
Alrededores del palacio de Hofburg, siempre atestado de turistas.
El resto de la ciudad
Al contrario de los otros dos, el palacio de Hofburg se encuentra dentro de lo que consideraríamos el centro de la ciudad. En esta zona se concentran una increíble cantidad de lugares de interés, que podremos visitar a pie o en cortos trayectos en metro, autobús o tranvía. Dentro del palacio, sin ir más lejos, se encuentra la famosa Escuela de equitación española, todo un símbolo de la ciudad, y en los alrededores otros monumentos como la Biblioteca Nacional, cuya imagen abre este post.
A pocos metros de distancia, encontraremos otro de sus monumentales edificios: la catedral de San Esteban (Stephansdom). El impresionante templo está situado en el mismo centro de la ciudad, sobre las ruinas de iglesias que fueron destruidas y cuya construcción inicial data del año 1147.
Al contrario de los otros dos, el palacio de Hofburg se encuentra dentro de lo que consideraríamos el centro de la ciudad. En esta zona se concentran una increíble cantidad de lugares de interés, que podremos visitar a pie o en cortos trayectos en metro, autobús o tranvía. Dentro del palacio, sin ir más lejos, se encuentra la famosa Escuela de equitación española, todo un símbolo de la ciudad, y en los alrededores otros monumentos como la Biblioteca Nacional, cuya imagen abre este post.
A pocos metros de distancia, encontraremos otro de sus monumentales edificios: la catedral de San Esteban (Stephansdom). El impresionante templo está situado en el mismo centro de la ciudad, sobre las ruinas de iglesias que fueron destruidas y cuya construcción inicial data del año 1147.
Vista de la Catedral de San Esteban desde la azotea del Hotel L'amée (¡parada obligatoria!)
Alrededor de la catedral, podremos visitar también el ayuntamiento de Viena (una impresionante construcción que llamará sin duda alguna nuestra atención), la curiosa zona de Museumsquartier (donde se hallan los museos de arte y de historia natural, una auténtica maravilla de edificios situados uno enfrente del otro) o las famosas plazas de Karlsplatz y Schwedenplatz, puntos neurálgicos de la ciudad.
Ayuntamiento de Viena.
Vista del Museo de Arte desde el Museo de Historia natural, Museumsquartier, Viena.
Si queremos disfrutar de un tranquilo paseo por la naturaleza en pleno centro, os recomiendo visitar también el Stadtpark (parque de la ciudad). En su interior destaca la estatua dedicada a Mozart.
Entrada al Stadtpark
Vista del Parlamento de Austria, Viena.
Compras, café… ¡y tarta Sacher!
Como no sólo de arte y naturaleza vive el hombre, no podemos pasear por esta ciudad sin detenernos en sus numerosos comercios situados en las calles del centro, tanto de tiendas artesanales como de aquellas franquicias tan conocidas que copan el centro de todas las ciudades occidentales.
Para reposar de tanto ajetreo, ¿qué mejor que detenernos en un clásico café vienés? En estos establecimientos, tan populares, podremos degustar todo tipo de bebidas y dulces de lo más apetecible, entre los que destaca la famosísima Sachertorte, o tarta Sacher, que decimos en castellano. Esta famosa tarta vienesa es una auténtica delicia, con su cobertura y bizcocho de chocolate relleno con una capa de mermelada, que en la actualidad puede ser de muy diferentes sabores (normalmente frutos rojos).
Como no sólo de arte y naturaleza vive el hombre, no podemos pasear por esta ciudad sin detenernos en sus numerosos comercios situados en las calles del centro, tanto de tiendas artesanales como de aquellas franquicias tan conocidas que copan el centro de todas las ciudades occidentales.
Para reposar de tanto ajetreo, ¿qué mejor que detenernos en un clásico café vienés? En estos establecimientos, tan populares, podremos degustar todo tipo de bebidas y dulces de lo más apetecible, entre los que destaca la famosísima Sachertorte, o tarta Sacher, que decimos en castellano. Esta famosa tarta vienesa es una auténtica delicia, con su cobertura y bizcocho de chocolate relleno con una capa de mermelada, que en la actualidad puede ser de muy diferentes sabores (normalmente frutos rojos).
¿No os apetece un trozo? ¡Riquísima!
Originario de Viena es también el famoso Schnitzel, que para nosotros sería una especie de escalope (filete empanado). En sus orígenes, era siempre de ternera, aunque en la actualidad lo encontraremos también de cerdo o pollo. ¡No os podéis perder estos manjares si venís por aquí!
Vista de la iglesia "Votivkirche", otro bonito edificio que podemos visitar.
Viena y la música
Sin duda, la música es una de las atracciones más importantes en Austria, y Viena no puede ser menos en este aspecto. Uno de sus lugares más famosos es la Ópera de Viena, que da conciertos durante todo el año, en ocasiones al aire libre durante la época estival.
Ópera de Viena.
También destaca el famoso Concierto de Año Nuevo, celebrado el 1 de Enero de cada año en el Musikverein, y que es retransmitido a numerosos países del mundo, finalizando como es característico con la Marcha Radetzky, de Strauss.
Prater y Naschmarkt
Algo más alejado del centro de la ciudad se encuentran otros dos puntos de interés que os recomiendo visitar. En primer lugar, el Prater, que es una especie de Parque de Atracciones de enormes dimensiones y por el que podremos pasear sin pagar ninguna entrada (sólo pagaremos por las atracciones a las que nos montemos). Entre todo el complejo, destaca su famosísima Noria, construida en el año 1897 (una de las más antiguas del mundo, auténtica obra de ingeniería de su tiempo). Desde la misma, podremos contemplar unas vistas de la ciudad inmejorables. Para los más románticos, se puede reservar una cena dentro de algunos de los vagones acondicionados a tal efecto.
Vista de la famosa noria desde abajo...
...y algunas de las maravillosas vistas desde arriba...
... ¡con la ciudad a nuestros pies!
No puedo despedirme sin hablaros sobre el mercado de Naschmarkt, donde podremos encontrar todo tipo de puestos de objetos y ropa, tanto nuevos como usados, así como numerosos quioscos de comida y bebida (algo así como el Rastro de Madrid).
Vista del concurrido mercado de Naschmarkt
Y aquí concluye nuestro viaje de hoy, siento si la extensión de este post es excesiva, pero como comentaba en el inicio Viena es la ciudad que más me sorprendió de las que he visitado hasta ahora, así que espero haberos convencido para que vayáis a visitarla.
¿Qué ciudades son vuestras favoritas? ¿Tenéis alguna ciudad sobre la que os gustaría que hablara (si he tenido la oportunidad de visitarla, naturalmente :D)?
¡Gracias a tod@s por estar ahí y hasta el próximo viaje!
El viajero
Vayaaaa que maravilla!!! Me he quedado con la boca abierta, sin duda una ciudad para visitar, genial el post guapa
ResponderEliminarBajoelsombrerodesusan
¡Qué buenos recuerdos! He estado en Viena varias veces y es una ciudad que me gusta, pero mis ciudades favoritas son Londres y Venecia. :-)
ResponderEliminarBesos
Has tocado una de mis ciudades favoritas. Tengo ganas de volver desde que estuve allí hace ya muchísimos años.
ResponderEliminarBesos!
la verdad es q las fotos son preciosas yo no he ido nunca pero me la apunto ;)
ResponderEliminarun besoo
Te espero en Elles Wonderland
Sencillamente impresionante...ojalá tenga la fortuna de viajar a Viena algún día!!. Besos reina!!.
ResponderEliminarUnas fotos estupendas.Otro sitio más para apuntar
ResponderEliminarBesos y gracias!
Me encantan las fotos y el lugar, a ver si algun día puedo ir a visitarlo. Un besoteeeee
ResponderEliminarQué ciudad más bonita, tengo ese viaje pendiente. La tarta tiene una pinta..un besazo!
ResponderEliminarWoooooow! I love your blog. I hope you will like mine
ResponderEliminarhttp://instagram.com/ladyfur?ref=badge
http://www.welovefur.com
Me han encantado las imágenes, se ve una ciudad muy especial! Saludos!
ResponderEliminarQue bonitas fotos!! Y que pintaza la tarta jeje Besotes
ResponderEliminarIncreíble este post !! Me han entrado aun mas ganas de conocer Viena !! Es preciosa, las fotos espectaculares, y la parte de la opera me a encantado. Que ganas de conocer esta ciudad y descubrir todas estas maravillas. Un beso muy grande
ResponderEliminarQue bonitoooo las fotos son preciosas!!!!
ResponderEliminarMi mejor amiga ha vivido allí durante un par de años y está encantada
ResponderEliminarVIAJERO que preciosidad de ciudad. Al principio del post dices ¿Os venís conmigo a visitarla? sin pensármelo mucho iría, que fotos tan bonitas y el post un gusto leerlo.
ResponderEliminarGracias por enseñarnos esos lugares tan maravillosos. Un beso.
Qué preciosidad por favor, la biblioteca nacional de viena y los jardines del Palacio de Schönbrunn es lo que más me ha gustado, que lugares más bonitos, asombroso de verdad.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo preciosa
Una ciudad maravillosa y unas fotos muy bonitos. me gustaría ir algún día. Gracias por la review. Un beso.
ResponderEliminarLagatacontacones
Estuve hace unos años y volví enamorada de ella. El palacio de Sisí es una delicia arquitectónica, y como buena golosa que soy también caí en probar el famoso café vienés y su repostería. Un beso
ResponderEliminarQue fotos tan bonitas, la verdad es que es una ciudad que me encantaría visitar. Un besito
ResponderEliminarEl blog de Sunika
Qué bonita!! Me encantaría ir algún día. No pierdo la esperanza jeje. Y la pintaza de la tarta ya terminó de conquistarme ;-) jajaja. Besosss
ResponderEliminarQue bonita!! Tengo muchas ganas de visitarla y después de este post mas aún hahaha.
ResponderEliminarUn besazo guapos
Ciudad bonita donde las haya!!!! a ver si repito viaje!!!!
ResponderEliminarBesos
Sin duda es uno de los lugares que quiero visitar... no sé cuándo, pero iré! Besos!
ResponderEliminar¡Tengo muchísimas ganas de conocer Viena! Se ve una ciudad preciosa. Un besote
ResponderEliminarTengo muchas ganas de ir a Viena!
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